lunes, 16 de febrero de 2015

Elena papalote

Martes 22 de marzo de 2011
Debí decirte cuánto te amé, cuánto te amaba. Debí besarte esa última vez. Debí tocar tu piel y entregarme a ella. Pero no pude, no pude decirte lo que sentía, ni despedirme, no pude besar tus labios ni abrazar tu cuerpo, no pude sumergirme entre tus brazos ni hundirme en ti. Cumplirte esa maratónica promesa. Y ahora, tras 3 años de tu ausencia, sonrío con tu recuerdo en mi memoria. Sonrío y agradezco el haberte conocido linda. Gracias por ser parte de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario